Cómo dejar de comprar por impulso y mejorar sus finanzas
Las compras impulsivas son un problema común que afecta a personas de todas las edades. Es comprar un producto o servicio por capricho, sin planearlo ni pensarlo. Se debe a una combinación de factores, como el deseo de gratificación instantánea, el escaso autocontrol y la influencia del marketing. Las compras impulsivas pueden crear adicción y, con el tiempo, acarrear problemas financieros. Afortunadamente, hay formas de abandonar este hábito y mejorar tus finanzas.
Identifique sus desencadenantes
Identificar los factores que desencadenan las compras impulsivas puede ser difícil, ya que pueden estar profundamente arraigados en la rutina diaria y en los patrones de pensamiento. En primer lugar, empieza por reflexionar sobre tus compras anteriores y analizar qué te motivó a hacerlas. Pregúntese a sí mismo: ¿Qué emociones experimentó durante la compra? ¿Fue una situación o un entorno concreto lo que motivó la compra? ¿Se sintió presionado por alguien para comprar el artículo?
Una vez identificados los factores desencadenantes, el siguiente paso es crear estrategias para abordarlos. Si tiendes a comprar impulsivamente cuando sientes estrés emocional, considera la posibilidad de encontrar formas más sanas de gestionar tus emociones, como la práctica de la atención plena, la meditación o el yoga. Además, dar un paseo llamar a un amigo o dedicarse a otra forma de cuidado personal puede ayudarle a reducir el estrés y a resistir el impulso de hacer compras impulsivas.
Si tiende a comprar impulsivamente cuando está aburrido, considere la posibilidad de encontrar un nuevo pasatiempo o actividad que ocupe su tiempo y le ayude a sentirse más realizado. También puedes crear una lista de tareas o proyectos pendientes y aprovechar tu tiempo libre para acometerlos.
Si tiendes a comprar impulsivamente debido a la presión de grupo, evita ir de compras con personas que influyan en tus decisiones de compra. En su lugar, compre solo o con alguien que comparta sus valores y apoye sus objetivos financieros .
Hacer un presupuesto
Crear un presupuesto y ceñirse a él es un paso esencial para controlar las compras impulsivas. Un presupuesto le permite controlar sus ingresos y gastos y asignar su dinero de forma que se ajuste a sus objetivos financieros. Para crear un presupuesto empieza por hacer un seguimiento de tus ingresos y gastos mensuales.
Esto puede incluir desde el pago del alquiler o la hipoteca hasta el café de la mañana. Una vez que tenga una idea clara de sus gastos, podrá establecer límites de gasto realistas para cada categoría y priorizar sus gastos en consecuencia.
Cuando se trata de compras impulsivas, tener un presupuesto puede ayudarle a evitar hacer compras innecesarias. Antes de comprar, revise su presupuesto y pregúntese si realmente necesita el artículo o si es sólo un deseo.
Si se trata de un deseo, considere la posibilidad de retrasar la compra hasta que disponga de más dinero o de eliminarlo por completo de su lista de la compra. También puede reservar una parte de su presupuesto para gastos discrecionales, que pueden incluir artículos que desee pero no necesariamente necesite.
Para ceñirse a su presupuesto, considere la posibilidad de utilizar efectivo o una tarjeta de débito en lugar de una tarjeta de crédito. Esto puede ayudarle a evitar gastar de más ya que sólo puede gastar lo que tiene en su cuenta. Además, puede automatizar sus ahorros y pagos de facturas, lo que puede ayudarle a mantener el rumbo hacia sus objetivos financieros.
Evitar la tentación
Si le cuesta comprar por impulso, puede ser útil evitar la tentación por completo. Una forma de hacerlo es evitar las tiendas o sitios web que tienden a desencadenar su comportamiento de compra impulsiva. Si suele hacer compras impulsivas en una tienda o comercio en línea concreto, considere la posibilidad de limitar sus visitas o darse de baja de sus correos electrónicos promocionales. En su lugar, céntrate en comprar en tiendas o sitios web que se ajusten a tus valores y objetivos financieros.
Otra forma de evitar las compras impulsivas es elaborar una lista de la compra antes de ir de compras. Una lista de la compra puede ayudarle a centrarse en los artículos que necesita y reducir las posibilidades de hacer compras impulsivas. Cíñase a su lista y evite comprar artículos que no figuren en ella, a menos que sean imprescindibles.
Si aún le cuesta resistirse a comprar, pruebe a hacerlo sólo en efectivo. Utilizar dinero en efectivo puede ayudarle a no salirse de su presupuesto y evitar gastar más de la cuenta, ya que sólo puede gastar el dinero que tiene a mano. Esta técnica es especialmente eficaz para las compras pequeñas y puede ser una forma estupenda de controlar el gasto.
Por último, es esencial reconocer que evitar la tentación puede no ser posible en todas las situaciones. Si se encuentra en una situación en la que está tentado de hacer una compra impulsiva, tómese un momento para reflexionar sobre si se ajusta a sus objetivos y necesidades financieras.
Gratificación diferida
La gratificación retardada es una herramienta poderosa que puede ayudarle a controlar su comportamiento de compra impulsiva. En lugar de ceder al deseo inmediato de comprar algo, intente esperar unos días o incluso semanas antes de realizar una compra. Durante este tiempo, dé un paso atrás y evalúe si quiere o necesita el artículo.
Una forma de practicar la gratificación diferida es crear una lista de artículos que desea comprar. Puede ser una lista física o una digital en tu teléfono u ordenador. Siempre que encuentres algo que quieras comprar, añádelo a tu lista de deseos en lugar de comprarlo inmediatamente. A continuación, espere un tiempo determinado antes de realizar la compra. Este periodo de espera puede ayudarle a determinar si desea o necesita el artículo o si se trata de una compra impulsiva.
Otra forma de practicar la gratificación diferida es fijarse objetivos de ahorro. Por ejemplo, si quiere comprar un televisor nuevo, fije un ahorro y date un plazo para conseguirlo. Esto puede ayudarle a retrasar la compra hasta que disponga de los fondos para comprarlo directamente en lugar de depender del crédito o la financiación.
Practicar la gratificación diferida también puede ayudarle a ahorrar dinero a largo plazo. Las compras impulsivas pueden acumularse con el tiempo y afectar a tus finanzas. Si esperas y evalúas tus compras, podrás evitar gastos innecesarios y destinar tu dinero a cosas que realmente te importan.
Buscar alternativas
El estrés es un desencadenante habitual de las compras impulsivas, y encontrar formas alternativas de afrontarlo puede ayudarle a evitar hacer compras impulsivas que pueden perjudicar sus finanzas. Hacer frente al estrés es esencial no sólo para su bienestar financiero, sino también para su salud mental y física en general.
Una forma eficaz de hacer frente al estrés sin recurrir a las compras impulsivas es hacer ejercicio. Se ha demostrado que el ejercicio reduce los niveles de estrés y mejora el estado de ánimo al liberar endorfinas, sustancias químicas del cerebro que producen bienestar. Incluso un breve paseo o unos minutos de estiramientos pueden ayudarle a sentirse mejor y más relajado.
Otra forma de afrontar el estrés es practicar la meditación de atención plena. La meditación de atención plena consiste en centrarse en el momento presente, lo que puede ayudar a calmar la mente y reducir el estrés. Hay muchos recursos disponibles online o a través de apps que pueden guiarte a través de la meditación mindfulness, haciéndola accesible incluso si nunca la has probado antes.
Hablar con un amigo o un ser querido también puede ser una buena forma de afrontar el estrés. A veces, el mero hecho de hablar de tus problemas puede ayudarte a sentirte mejor y a controlar mejor tus emociones. Si estás estresado, considera la posibilidad de ponerte en contacto con alguien de confianza y compartir tus pensamientos.
Participar en actividades creativas como dibujar, pintar o escribir también puede ser una buena forma de afrontar el estrés. Estas actividades pueden ayudarte a expresar tus emociones y liberar tensiones de forma saludable sin recurrir a las compras impulsivas.
Las compras impulsivas pueden ser un hábito difícil de abandonar, pero con las estrategias adecuadas puede mejorar sus finanzas y evitar el estrés innecesario. Si identifica sus factores desencadenantes, elabora un presupuesto, evita las tentaciones, aplaza la gratificación y busca alternativas, estará en el buen camino para controlar sus gastos y alcanzar sus objetivos financieros. Recuerde que los pequeños cambios pueden dar lugar a mejoras significativas, así que dé el primer paso hoy mismo y ponga en práctica estas estrategias.
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